La caducidad de los Alimentos: A PRUEBA



Mucha es la comida que tiramos cuando vemos que la fecha preferente para su consumo en la mayor parte de los casos, que no de caducidad, ha pasado. Pero, ¿realmente están caducos o en mal estado tras esa fecha? En Jon’s Life te lo explicamos y enseñamos a ahorrar. Veremos productos que podremos comer una vez pasada su fecha y otros que no.



à Productos Cuajados (Postres cremosos aromatizados, Mousse de chocolate, flanes, copas de chocolate…)
           
            Estos productos los podremos tomar como máximo 2 o 3 días después de la fecha de caducidad. Estos productos son poco ácidos, contienen una buena cantidad de azúcar y son ricos en proteínas. Constituyen, de hecho, un verdadero caldo de cultivo para las bacterias.
           
            Si comemos estos productos una vez pasada su fecha, nos enfrentamos a sufrir una intoxicación alimentaria por estafilococos dorados, con diarreas y vómitos durante 24 horas. Un adulto sano se recuperará fácilmente pero una persona mayor o un niño pequeño les costarán bastante más. Por eso, ante la duda, es mejor tirar estos productos.



à Productos Congelados
           
            Ya sean productos crudos o cocinados los que estén congelados, si están a una temperatura de -18ºC, tienen una fecha óptima de consumo de 12 meses, salvo la carne picada congelada (de ternera, cerdo o ave) que no podrá pasar de los 9 meses congelada.

            Realmente no conlleva ningún riesgo microbiano comerlo, pero las grasas se vuelven rancias y acaban incorporando el olor de los envases.



à Aceites y Vinagres

            Se conservan durante años si no se exponen a la luz solar. El único problema es que el aceite puede volverse rancio y el vinagre presentar veladuras, pero ninguno de estos efectos puede provocar molestias.

            El único riesgo que conllevaría, sería el sabor, pero se podría tomar perfectamente.



à Productos secos (Cereales, harina, pasta, galletas, puré…)

            Estos productos se pueden consumir indefinidamente, siempre y cuando sean mantenidos en un lugar adecuado, sin humedad. Pasada la fecha óptima de consumo, el producto perderá sus cualidades de sabor o eficacia. Por ejemplo, la levadura de cerveza, caducada hace 10 años, corre el riesgo de no ser activa.

            Sin agua, no hay desarrollo microbiano. Pero si lo hay, sobre todo en leche en polvo rica en proteínas, hay serios riesgos de intoxicación alimentaria.



à Latas de Conserva

            Se pueden guardar indefinidamente siempre y cuando las latas no muestren deformaciones, ni estén hinchadas ni oxidadas. Pero su contenido, a la larga, puede perder su sabor, color y vitaminas.

            El riesgo de comerlo es nulo, ya que el producto es estable. En cambio, si la lata está estropeada, se haya alcanzado la fecha de vencimiento o no, hay que deshacerse de ella debida al riesgo de botulismo.



à Lácteos (quesos blancos, yogures y equivalentes con bifidus, postres lácteos, nata fresca…)

            Se pueden consumir hasta 3 semanas como máximo después de la fecha óptima de consumo recomendada. Cuanto más nos alejemos de esta fecha, más ácidos se volverán.

            Si apareciera un pequeño punto de moho, se puede quitar y consumir el producto sin peligro. Si el desarrollo es más importante, ¡directamente a la basura! Los mohos y levaduras pueden bajar la acidez del producto y posibilitar la multiplicación de gérmenes.



à Agua, Zumo y Refrescos

            Es preferible respetar las fechas máximas y las condiciones de almacenaje indicadas en el envase, es decir, al fresco y a la sombra. En el caso de las bebidas con gas, pueden perder sus burbujas después de 9 meses.

            Los riesgos que pueden surgir son que a corto plazo, se modifica el sabor y pueden aparecer depósitos sólidos. Pero a largo plazo, el material de la botella acaba por contaminar la bebida. Cuanto más ácido sea el contenido (zumos de fruta), más se acelerará la contaminación del producto.



à Salsas (mayonesas, ketchup, mostaza, barbacoa…)

            Antes de la apertura del envase, se pueden consumir hasta 2 semanas después de la fecha del producto. Una vez abierto, se puede consumir durante las siguientes 2 o 3 semanas en el caso de mayonesas, 2 meses en el caso del Ketchup, y de 42 a 72 horas para las salsas de tomate en conserva. La mostaza, rica en vinagre, es estable en el plano microbiológico a temperatura ambiente.



à Mermeladas y Chocolate

            Se pueden consumir siempre, pero desgraciadamente, con una pérdida progresiva del sabor.

            No tiene ningún riesgo sobrepasar la fecha recomendada. En caso de presencia de moho en la mermelada, se puede retirar la capa. Y el chocolate bajo el efecto del calor, puede blanquearse. El sabor es el mismo, pero visualmente es menos apetitoso.



à Embutidos y Conservas Saladas

            Para todo lo que almacena en frío (patés, jamón de York…), nunca hay que pasarse de la fecha de caducidad. En cambio, con los productos estabilizados por salazón, secado o ahumado, no se corre ningún riesgo hasta pasadas 2 semanas. En cambio, las piezas enteras de embutidos se pueden comer hasta 2 meses después.

            Los productos frescos caducados pueden provocar problemas gástricos e infección por Listeria. Los salados y envasados perderán su sabor original, pero no provocan ninguna enfermedad.



à Leche en Tetra Brick y en Botella

            Se puede consumir hasta 2 meses después de la fecha de consumo que pone en el envase.

            No hay ningún riesgo en cuanto al aspecto microbiológico, siempre que el embalaje no esté hinchado. Si es así, la leche puede presentar modificaciones organolépticas: grumos, olores… No caerás enfermo, pero tampoco tendrás ganas de beberlo…



à Especias y Granos (Té, café, vainilla…)

Se conservan años más allá de la fecha de consumo óptima. El único inconveniente es que los aromas pierden fuerza con el tiempo. Las vainas de vainilla o la canela  en rama tendrán menos sabor, el café no olerá…

            No hay ningún riesgo en su consumo, salvo en el caso de las especias a granel, traídas de viajes a lugares lejanos o poco seguros.




1 comentarios:

Anónimo dijo...

Con el momento tan duro que vivimos que se tire tanta comida por su aspecto o su "caducidad" de un día es un pecado. Yo más de una vez he comido infinidad de cosas caducadas, y aqui estoy,perfecta.
Espero que pronto empecemos a cambiar este mal hábito.