El Jardín en Julio


Ya estamos a mediados de Julio, y en pleno verano, algunas de nuestras plantas siguen creciendo y aportándonos sus flores.


Tras unos cuantos meses desde que plantamos el rosal, se ha decidido a sorprendernos con un par de rosas y otro par de capullos... aún son pequeñas pero es buena señal de que arraigó perfectamente.


Este es otro rosal que trasplantamos hará cosa de un mes, de flor beige, pero que aún no nos dio ninguna rosa, pero sí que están saliendo nuevas hojas, así que eso también es buena señal.


Las fresas que plantamos en el jardín van dándonos multitud de frutos, que tienen un sabor increíble, y las que queda aún por dar...


Por otro lado, sembramos un par de lechugas de la variedad hoja de roble, para ver qué tal se darían en esa tierra, y de las dos una parece que crece con más fuerza, así que seguiremos pendientes de su proceso, aunque por el momento tienen muy buena pinta.
  

Ya dentro de casa, como planta de interior, tenemos la gran conocida como "peseta", que la trasplantamos con dos pequeñas cañas y ha crecido una barbaridad, y tiene un verdor impresionante. Si es noticiera de mucho dinero.... ¡ya podría ser rico!


Luego tenemos esta típica planta de hoja roja, que no sé cómo se llama, que igualmente de tener dos cañas pequeñas, se nos ha puesto muy tupida y con unas hojas muy rojas gracias a la luz que recibe, ya que si no tuviera la necesaria, las hojas se quedarían verdes.


Y se nos está dando tan bien, que hasta parece que nos vaya a salir alguna que otra "flor", y para muestra la fotografía.


Aquí podéis ver el bonsai que nos regalaron mis cuñados José y Lucía, que llevamos casi un año con él y está tan hermoso como el primer día, sin recibir apenas cuidados más que regarlo de vez en cuando. No se aprecia muy bien, pero tiene unas cuantas flores blancas, y eso es muy buena señal.


Ya en la terraza, en la jardinera de madera que hice con unos palets,  os enseño la buganvilla, de hojas naranjas, que nos están dando muchas flores blancas, una preciosidad de enredadera que dábamos por muerta y que resucitó como el ave fénix de sus cenizas...


De lo que queda del macetohuerto, otra lechuga de hoja de roble que va a su ritmo.


Unas cuantas tomateras que están muy tupidas de hojas, con unas cuantas flores, pero que aún se resisten a darnos su primer tomate...


Y por último las cebollas, que no falta mucho para cosecharlas, pero que tienen que engordar un poquito más.

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