Lo Inexplicable. Capítulo 2: El Niño que Ve Cosas


¿Hay algo más allá de la muerte? Nuestro cuerpo se convierte en polvo, pero ¿nuestro alma también? Un estudio sobre el fallecimiento indica que el cuerpo unos minutos después de abandonar la vida pesa unos gramos menos. ¿Eso es lo que pesa nuestro alma? o ¿es tan sólo un mito?

Son multitudes las historias sobre fantasmas, y en este segundo capítulo os narraremos una con un niño como protagonista. Por motivos de protección al menor, hemos cambiado los nombres de las personas que aparecen en la experiencia paranormal.

Amantes del misterio, sumerjámonos en el mundo invisible, que nos observa y a veces, tan sólo a veces, intenta comunicarse con nosotros.

Año 2011. Castilla y León. España.

Carolina es una mujer casada con un bebé de 2 años llamado Marcos. Viven en una urbanización de chalets tranquila.

El chalet consta de dos plantas, la primera con salón, cocina y baño y en la segunda las habitaciones con sus correspondientes baños.

A Carolina le gusta mucho andar en una máquina de dar pedales con el mp3 puesto para seguir con ritmo. Concentrada en su ejercicio nota como le tocan la espalda, llamándola. Se da la vuelta y para su sorpresa no hay nadie, y es que está sola en casa. Carolina no le da importancia y sigue pedaleando como si nada, pero se queda mosqueada.

Otro día se encuentra con Marcos sola en casa. Está fregando los platos de la comida mientras el niño está en el salón viendo los dibujos animados en la tele. Carolina escucha a Marcos reírse.

- Marcos, ¿Te gustan los dibujos cariño? - le pregunta la madre

No hay respuesta del niño.

La madre se asoma por la puerta para ver si el niño está bien y para su asombro, el niño está mirando hacia un rincón del salón donde no hay nada, levantando los brazos para que le cojan a la vez que se ríe. Carolina, asustada, le baja los brazos a Marcos y le pregunta que de qué se ríe. Marcos no dice nada y se queda en un episodio más que se repetiría varias veces más hasta la culminación de esta historia.



A partir de entonces comienzan a pasar cosas extrañas, cosas que la hacen no querer entrar en esa casa. Libros que se caen de estanterías sorteando un bambú de la suerte que tenía de adorno como por arte de magia, juguetes apagados que se encienden con música en plena noche, portazos, la vitrocerámica se enciende sola... Incluso llegó a notar como se le metían en la cama, sintiendo la respiración sobre su nuca. Se dio media vuelta en la cama y no había nadie, su marido ya se había ido a trabajar...



Asustada y cansada de este tipo de sucesos, decide contactar con alguien para que le realice una limpieza de la casa para expulsar a todo ser espiritual que por allí pudiera haber.

Se realizó la limpieza y nunca más volvió a ocurrir nada extraño. Al menos... hasta la fecha...



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